Las siembras que se realizan en los últimos días de octubre y hasta el 30 de noviembre son las que presentan el mayor potencial de productividad
Manuel Abundio Barreras Soto
Múltiples evaluaciones mediante expe- rimentos de campo, análisis de información de productores y el uso de modelos de simulación en el Valle de El Fuerte coinciden en que las siembras efectuadas del 25 de octubre al 30 de noviembre son las que expresan el mayor potencial de rendimiento en los materiales utilizados en la región.
Es por esto que la mayor superficie destinada a la producción de maíz se realiza en el ciclo otoño-invierno, debido a que las temperaturas en esta época son propicias para el crecimiento y desarrollo del cultivo.
Por tanto, sólo se justifica la siembra fuera de fecha óptima cuando el interés es producir

Conozca las bajas por no sembrar en fecha óptima
Con el objeto de dar más claridad a la influencia de la fecha de siembra, en rendimiento y en forma económica, se hizo una estimación de la probable disminución de rendimiento conforme nos alejamos de la fecha óptima, efecto que se observa en el Cuadro 1.
Así, se tiene que, al adelantar o retrasar la fecha de siembra, se pueden perder de 20 a 70 kilogramos por hectárea (kg/ha) de maíz al día. La pérdida es mayor, cuanto más nos alejemos de la fecha óptima: adelantar o retrasar un mes y medio la fecha de siembra respecto a la fecha óptima significa perder aproximadamente 2 toneladas por hectárea (t/ha).
Los datos mostrados pueden ser menores o mayores de acuerdo al posible rendimiento que cada productor pueda obtener en cada situación, sin embargo, muestran lo importante que es el factor fecha de siembra para mejorar la produc- tividad del maíz, al ser un factor que no cuesta, pero que requiere pro- gramación para reali- zarse con oportunidad.
Escuela Superior de Agricultura del Valle de El Fuerte de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Cuadro 1. Repercusión de la fecha de siembra en el rendimiento del maíz.

