El cultivo in vitro tiene muchas ventajas, uno de ellos es el ser un sistema de propagación clonal, es decir, que mantiene todas las características genotípicas de la planta madre. Es un sistema totalmente controlado, independiente de las condiciones externas, por lo que los factores ambientales no son impedimento para el cultivo y es ideal para las especies difíciles de propagar por métodos convencionales o especies amenazadas.