1. Remojo de semilla por 48 horas. Se colocan 50 gramos de semilla (un sobre con 2,000 semillas aproximadamente.) en un recipiente de 5 litros (L) de capacidad. Se agrega un litro de agua potable y después de 12 horas se realiza cambio de agua.
2. Después de 48 horas de remojo, nuevamente se sumerge la semilla en una solución de ácido giberélico (1.0 mg/L), ácido acetilsalicílico (250 mg/L) y mancozeb (0.5 g/L) por 12 horas.
3. Germinación de semilla. La semilla se escurre y se coloca en franelas de 70 cm; previamente esterilizadas, se doblan y se colocan una cámara de germinación acondicionada con luz artificial, para mantener una temperatura de 35 a 37ºC. Es muy importante que no se incremente la temperatura porque puede retardar la germinación.
4. Riego y monitoreo de semilla. Todos los días se revisa la germinación de la semilla y se aplican riegos a intervalos de dos horas con un atomizador; la franela se humedece para evitar el exceso de agua. Después de tres días se puede observar la apertura de la testa de la semilla (cáscara) y a los cinco días se puede tener hasta 20% de germinación y tres días después se puede alcanzar un 88% de germinación.
Finalmente, tres días después se alcanza un 93% de germinación total. La germinación se considera a partir de la emergencia de la radícula (raíz) de las semillas.