Como en todo ser vivo, las plantas responden a factores externos e internos, que determinan su crecimiento y desarrollo. Hablando de las plantas que se encuentran en cultivo in vitro, uno de los factores internos de mayor importancia son los reguladores de crecimiento vegetal, también conocidos como hormonas vegetales o fitohormonas. Sin embargo, y a pesar de ser considerados uno de los factores mayormente determinantes en la respuesta que se tiene en cultivo in vitro, existen otros factores que intervienen en este proceso, como el estado fisiológico del tejido inicial, origen, tipos celulares en el tejido vegetal y la sensibilidad de cada tejido a los reguladores de crecimiento vegetal del explante. Por lo que, el hecho de usar una combinación de diferentes fitohormonas a determinadas concentraciones, no definen una respuesta uniforme en todas las plantas de una misma especie. Es importante aclarar, que se espera que la mayoría de las plantas de una especie y variedad, tengan una respuesta similar, pero no se descarta que se tengan diferentes tipos de respuestas en alguno de los explantes sometidos al mismo tratamiento y a las mismas condiciones de incubación. Lo cual, se puede explicar por la diferencia en el número de receptores y los reguladores internos presentes en el tejido vegetal específico de un cultivo.
Una vez aclarado que el desarrollo y crecimiento de una planta in vitro, están regulados por varios factores, es conveniente mencionar el impacto que pueden tener las diferentes fitohormonas en el crecimiento. Las auxinas y citocininas son las fitohormonas más usadas en el cultivo in vitro, pero es posible nombrar más grupos, como Giberelinas, Poliaminas, Acido abscísico, así como compuestos antimitóticos, Las auxinas son compuestos derivados comúnmente de triptófano, normalmente sintetizados en los ápices, implicadas en la división, crecimiento y diferenciación celular, la formación de tejido calloso, la diferenciación de tejido vascular y la formación de órganos, como raíces. En cambio, las citocininas se derivan de la adenina y se sintetizan primordialmente en tejidos jóvenes y raíces. Su amplio uso en el cultivo vegetal se debe a que rompen la latencia de las yemas y estimula la división celular, permitiendo inducir la brotación en los tejidos, logrando generar una cantidad nueva de plántulas. Al tener un balance entre auxinas y citocininas en un mismo medio de cultivo, es posible determinar el patrón de desarrollo de un tejido vegetal in vitro, normalmente a mayor concentración de auxinas, se puede observar crecimiento y diferenciación de raíces, al incrementar la concentración de citocininas y disminuir la de auxinas paulatinamente, se espera tener embriogenesis, tejido calloso, diferenciación de brotes adventicios, hasta llegar a la proliferación de yemas, esta última respuesta, con una concentración nula o casi nula de auxinas. Otros de los reguladores de crecimiento usados en el cultivo in vitro son, el ácido gibérelico con el fin de inducir elongación de brotes y brotación de yemas y meristemos. El ac. abscísico, se usa con menor frecuencia para inhibir la germinación de embriones y para completar el proceso de maduración de estos.
El trabajo que se ha realizado con el cultivo in vitro es basto, por lo que se cuenta con mucha bibliografía que nos permite determinar el tipo, combinación y concentración de reguladores de crecimiento en un cultivo vegetal. En caso de no contar con información bibliográfica para un cultivo en específico, es necesario analizar la respuesta del tejido vegetal, usando los limites inferiores y superiores recomendados, así como una concentración intermedia para cada regulador. De esta manera se obtendrá un patrón de respuesta de la especie o variedad vegetal ante un regulador de crecimiento vegetal.
Dra. Mayra Janeth Esparza Araiza
Responsable del Laboratorio de Plantas In Vitro de FPS
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