En el noroeste de México se han reportado evidencias que se encuentra en un proceso de transición hacia un clima más árido, debido a una reducción en la precipitación y a un incremento en la evaporación. Adicionalmente, se pronostica un incremento en la frecuencia e intensidad de eventos extremos como sequías, ciclones y lluvias torrenciales. Ante este panorama, el impacto del cambio climático en la agricultura de riego puede ser catastrófico, ya que muchas zonas agrícolas del país recurrentemente se encuentran bajo condiciones hídricas críticas.
Algunos de los efectos directos del cambio climático en la agricultura de riego de México serán los cambios en el desarrollo y productividad de los cultivos. Altas temperaturas por arriba del rango óptimo generarán mayor estrés térmico a los cultivos, que se traducirá en un mayor déficit de presión de vapor, un acortamiento del ciclo de los cultivos y sin duda en cambios en la demanda hídrica de los cultivos, así como en la calendarización de los insumos y de las practicas de manejo de los cultivo.
Escenarios climáticos
Para conocer el impacto del cambio climático en la agricultura es necesario primeramente contar con los escenarios esperados a mediano y largo plazo de los cambios en los patrones climáticos de importancia para el desarrollo y productividad de los cultivos.
Las principales modificaciones ambientales reportadas por efecto del cambio climático son las cuatro siguientes:
1. Cambios en los regimenes de temperatura y precipitación.
2. Incremento en la concentración de bióxido de carbono.
3. Cambio en la disponibilidad de agua (o escurrimiento).
4. Cambio en la variabilidad climática con un incremento en la frecuencia de los eventos extremos.
Los resultados de varios modelos de circulación general indican un cambio en la temperatura de 2 a 4 oC para fines del siglo XXI en México, dependiendo de la región y escenario. Se estima también un decremento en la precipitación para la mayor parte del país, en algunas regiones de hasta 25%.